domingo, 10 de septiembre de 2006

La Gaceta del Dandy

Esta vez el clásico fue para los Sincamiseta

El Equipo del Dandy se quedó con el partido disputado el jueves último en el Estadio Viejo Garage ("El Horno") y cortó la racha de derrotas que cargaba desde los dos encuentros anteriores.


En un partido emocionante y que por momentos entregó fútbol de alto vuelo los danditos lograron recuperar el derecho a gaste que habían perdido tras las derrotas sufridas en el Edison Square Garden y la Ciudad Deportiva Yrigoyen el útlimo par de semanas. El resultado oficial fue de un 9-7 que no reflejó del todo el desarrollo del partido: el Equipo del Dandy generó muchas situaciones de gol en el arco contrario y controló bastante el partido en la mitad de la cancha dejándole al rival un margen de llegada muy pequeño. A pesar de haber inclinado la cancha la mayor parte de los minutos jugados, es probable que el equipo de fútbol cinco con el plantel más grande del mundo no haya logrado despegarse de su rival en el marcador debido a algunas impresiciones en la definición por parte de sus delanteros (en muchas ocaciones producidas por la, hay que decirlo, gran noche del arquero salchicha que se atajó todo), y la conocida efectividad del 9 azul.
Sin dudas la perla más brillante del encuentro fue el incríble golazo anotado por Santi: el dandito número 10 recibió el balón detrás de la mitad de la cancha y gambeteó a uno, dos, tres, cuatro jugadores salchichas, luego desparramó al arquero con una soberbia finta y definió suavemente hacia el arco desolado. Delicioso. Probablemente la mejor jugada individual que se haya visto en la historia del clásico del norte.

(Las fotos quedan pendientes porque la interfaz para escribir los posts se bardeó y no le cabe subirlas. N. del E.)

Santi (9 danditos):
La ya consolidada manija del Equipo del Dandy jugó un partido espectacular en todos los rincones de la cancha. Hizo ese ya mensionado gol magistral, además de otros dos, y salvó pelotas muy jugadas en defensa. Recordamos especialmente una que gracias a un mal despeje del entonces portero Dante (que igualmente jugó un partidazo y demostró una vez más ser el mejor jugador de la cancha y del mundo) se dirigía lenta pero implacablemente hacia el arco dandista que vacío esperaba su herida fatal, hasta que apareció no se sabe cómo ni de dónde el segundo mejor jugador del equipo y del mundo barriéndose a lo Oliver Atom y logrando despejarla.

Nico (8 danditos):
Esta vez la dupla Frágola-Lavarthe apostó a las inferiores e hizo debutar [favor de obviar los comentarios. N. del E.] a este chico que con 15 años jugó un partido memorable en el arco, en defensa y en la delantera. Los resultados están a la vista: cuando le tocó atajar fue el que más tiempo mantuvo quieto el marcador salchicha y fue también, junto con Santi, el el máximo anotador del equipo. Se comenta que el cuerpo técnico quedó muy conforme con su actuación y que volverá a ser convocado "si pinta", según declaró un vocero oficial de la institución.

Boli (7 danditos):
Otro debutante que cumplió bastante bien, sólo que a este en lugar de de las inferiores lo sacaron del Geriátrico Municipal Robert J. Marley de Avellaneda. Marcó bien, tuvo llegada y anotó dos goles en momentos clave del partido. Estuvo fiel a sus características (la marca pegajosa y el disparo potente al arco) y le entregó al equipo lo que necesitaba [acá los comentarios tienen lugar. N. del E.] y todo da para pensar que también volverá a ser convocado para encuentros futuros.

Dandy (7 danditos):
No fue el mejor partido de su vida pero igualmente tuvo un desmpeño bastante aceptable y los dos goles convertidos lo justifican bastante. Igualmente el equipo extraña sus repentinos ataques de Martín Palermo, aquellos que le dejaban saldos de arriba de tres goles por partido. Se rumorea que estuvo a punto de empezar el partido en el banco porque en los minutos previos acusaó un "hoy estoy mal". Se entiende que una declaración como esa, que denota una temperatura torácica cercana al cero absoluto, no puede permitirse a este nivel de juego y que es razón suficiente para no ser contado entre los titulaes, pero según parece la dupla técnica no habría logrado ponerse de acuerdo: uno decía que debía jugar y el otro decía que debía sufrir una malteada por parte del resto del equipo e irse a dormir sin cenar. Así que se resvolvió conservar el equipo tal cual se había planeado.

Dante (7 danditos):
E.M.B.Y.H.L.Q.Q. Gracias.
(continuada por El Dandy y Santi porque claro, el marica de puerto no se califica a si mismo)
Entró brillando al estadio, no su persona, sino su nuevo calzado futbolístico (conocidos como "botines") que hacían recordar a los rayos que Febo nos regala en horas próximas al crepúsculo. En cuanto al desempeño se peude decir que con un par de atajadas buenas y recuperaciones valiosas en mitad de cancha, el jugador conocido como "La Magia" cumplió una labor discreta pero necesaria. Conocido por sus aporte silenciosos, de esos que no quedan en las estadísticas pero suman a la hora de hacer el balance final, transitó por la bien-conocida-por-él senda de poner huevos. Se tiró al piso en numerosas oportunidades (lo que le valió el reto de su madre: "asi no hay pitucón que aguante... pelotudo" comentó ella) recuperando la bocha y molestando al rival, como le enseño el Facha Martelt en la pretemporada en Esquel. Para mejorar, le quedó pendiente, un poco más de velocidad a la hora de los pases, aunque se sabe que el muchacho prima precisión por sobre velocidad. No tubo suerte en la definición, atribuible quizas al estreno de calzado, pero la dupla técnica confía en que colaborará en este ámbito nuevamente apenas vuelva Bola y él (y todos los demás, menos Santi) tenga que dejar de preocuparse por la defensa.



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