"Cuanto huevo que ponen estos pibes"
Era el comentario general de los analistas antes, durante y después del gran partido jugado el sábado 8 en las poco afamadas canchas de Yrigoyen Futbol, ahí, a pasitos de Xai Xai (uy, que viejos estamos!).

En este post informal no se analizará el encuentro ni se hará la crítica descarnada de los jugadores, no se desasnará las situaciones de gol más importantes, ni se excrutará las estratégias de cada equipo. Este sólo es un homenaje para ese increíble grupo humano de 9 jugadores que el pasado sábado se jugaron bajo la lluvia invernal. Para recordar: (en orden de aparición)

1. El arrugue de un par de jugadores salchichenses, a los cuales no juzgaremos: de eso, ya se encargará la hinchada. Fuentes extraoficiales hablan de cierta renuencia a todo líquido que no tenga alcohol, otros informantes dicen que la lluvia no permite fumar dentro del campo de juego lo que habria disuadido de jugar a estos jugadores.

2. La sorpresiva onda que puso este pibe que tanto, pero taaanto, fue (y será) tildado de "pecho frío", "morfón", etc, etc, etc. No sabemos si el día anterior se habia hechado el mejor polvo de su vida participando en una orgía con 7 suecas y una finlandesa o si habia dormido sus 8 horitas o si estaba felíz por no jugar bajo la tenáz dirección del siempre estricto y gritón arquero oficial, El Tío o si simplemente estaba de buenas; la cosa es que Augusto se llevó elogios de las prensa especializada y no especializada por la onda que puso durante todo el encuentro.

3. La terrible venta del Dandy, cuando "su" equipo ganaba por cuatro tantos al principio mismo del match, asi, muy displicentemente, dice: "Cambio, soy re cagón asi que me paso al otro equipo" o algo asi, en realidad no se escuchó, pero a traves de la lectura de labios lo supimos. Asi fue como jugó con El Maestro y Lucas (algo q nunca habia pasado), junto con Augusto y Sapo. No se lo acusó de traidor a la patria sólo porque el fiscal estaba de acidos y todo le chupaba un huevo, menos mal.

4. El enano Labarthe, Facu, semillero de ilusiones que pudo jugar una vez más, esta vez el partido completo. Con 13 años se la banco con los grandulones de 20 y puso, metió sin miedo y muchas veces les ganó a Augusto y el Dandy que no lo veían venir y Zacate! "Bien ahí petiso!" le gritaban, como en sus mejores épocas a Ricky Maravilla.

5. Y un apartado especial a la lluvia, los charcos, las tiradas al piso, la pelota que picaba y se iba al carajo, la pelota que se quedaba en los charcos, la super-patinada de 4 metros de Bola, las atajadas fenomenales del Sapo, El Maestro y La Magia, la velocidad de Bola, la capucha de Lucas, la onda de Bola por llevarnos todos mojados y el gordo que no se copó en cobrarnos la mitad pero que no nos cobraba nada si nos íbamos al principio.

Y por último un saludo a los refríos y las garganteas tomadas, que si no vinieron, ya llegarán.